Los cortinos son construcciones por lo general de forma circular o semicircular, donde muros y voladizos parecen haber servido durante siglos para mantener las colmenas a salvo de los daños de los osos en el occidente asturiano. Aunque la distribución de estos colmenares se amplía a algunas áreas de Galicia, León, Zamora y Portugal, es Asturias la región que alberga una mayor densidad de cortinos y una riqueza tipológica más llamativa. En la región, además de cortinos de muro completo encontramos diferentes tipos de torres de mampostería, entre las que se encuentran los escasos talameiros, o los colmenares situados en cuevas, peñas y cortados que con la ayuda de muros, refuerzos y aleros protegen las colmenas. Es en el noroccidente Peninsular donde la superposición de un sustrato cultural característico y la presencia de grandes extensiones de brezales parecen condicionar la presencia de estos colmenares.